Reseña: La condesa sangrienta - Alejandra Pizarnik

Título: La condesa sangrienta
Autora: Alejandra Pizarnik
Ilustraciones: Santiago Caruso
Año de edición: 2009
Editorial: Libros del zorro rojo
Páginas: 57

Sinopsis

Acusada del asesinato de seiscientas cincuenta jóvenes, Erzsebét Bathory es una de las criminales más siniestras de la Historia. En su castillo de los Cárpatos, a finales de siglo XVII, la condesa se cierne sobre sus víctimas para desangrarlas y conservar su juventud. Su leyenda maldita y fascinante pervive en el tiempo.
La condesa sangrienta es una de las composiciones clave de Alejandra Pizarnik, sus páginas construyen un retrato perturbador del sadismo y la locura que las estampas del artista Santiago Caruso recrea con admirable maestría.

Opinión

Lo primero que deben saber los lectores potenciales de esta obra que estén buscando información sobre la condesa, deben saber que esta NO es una obra de referencia. Sé qué hay algunas personas que creen que lo que cuenta La condesa sangrienta es real, y lo es, hasta cierto punto, pero es una obra poética.

Me explico. Para empezar, aunque es cierto que Erzsébet Báthory fue encerrada en su propio castillo hasta que murió, no se sabe a ciencia cierta si de verdad asesinó a más de seiscientas doncellas o si se trata solo de una acusación de casas nobles rivales por cuestiones políticas (o reclamo turístico, que es más que probable, porque me niego a creer que hubiera más de seiscientas muchachas vírgenes en un pueblucho cualquiera de Hungría en el siglo XVI, por muchos años que pasasen entre asesinato y asesinato). Alejandra Pizarnik utilizó la figura de la condesa para recrear las torturas a los que sometía a sus víctimas de una manera poética y erótica, pero no históricamente exacta. Vamos, que no os creáis al pie de la letra lo que leáis, y ya está.

La obra está divida en varias partes. Cada una de esas partes describe una de los tormentos que la condesa utilizaba con sus víctimas; la doncella de hierro, la jaula, la tortura con agua, etc. Como habréis supuesto al ver el número de páginas, estas descripciones son bastante breves, así que la obra entera se lee en pocos minutos. No hace falta decir que es bastante gore y explícito, así que es difícil decir si es recomendable o no; Para aquellos lectores interesados en Erszébet Báthory y la leyenda que hay a su alrededor es una lectura casi obligatoria, así como para los que disfruten con relatos más oscuros y sangrientos. Aunque tampoco me ha parecido una cosa escandalosa, si sois un poco sensibles con estas cosas será mejor que lo dejéis correr.

Para acabar, me gustaría comentaros que La condesa sangrienta se publicó originalmente a mediados del siglo XX y que la edición con ilustraciones de Santiago Caruso es, evidentemente, muy posterior. La autora, Alejandra Pizarnik, sufría constantes depresiones y muchas de sus obras tienen el mismo carácter oscuro de La condesa sangrienta. Al final, la pobre mujer acabó suicidándose, así que nos conformaremos con el legado que dejó. He de decir también que, aunque a veces siento que algunas obras similares no necesitan ilustraciones que les adjuntan, en este caso SÍ hacen falta. Definitivamente, sin el trabajo de Santiago Caruso, La condesa sangrienta no sería lo mismo.

4,5/5