Título: El festín de la muerte
Autor: Jesús Díez de Palma
Año de publicación: 2012
Editorial: SM
Páginas: 396
Sinopsis
Da igual de dónde seas o a qué te dediques. Da igual que estés en Polonia, en Alemania o en Rusia; que esas un niño o un adulto, una promesa del fútbol o un soldado reclutado a la fuerza.Ni las balas ni las bombas hacen distinciones y, quien dispara, a veces también es una víctima. Esta es la historia de esas personas anónimas que, en la Europa de 1939, fueron arrastradas al festín de la muerte.
Opinión
Siempre me ha gustado la novela histórica pero suelo huir de todo aquello (libro o no) ambientado en la II Guerra Mundial. Y El festín de la muerte me ha recordado porqué (*・ω・). No me entendáis mal; no es una crítica, puesto que me pasa con todos los libros basados en esta época (excepto La ladrona de libros, no sé porqué). Veréis, yo leo para evadirme y para pasar un buen rato, no para recrear los horrores de una guerra que aún está demasiado reciente en el subconsciente colectivo mundial como para disfrutar de la historia que nos cuenta Jesús Díez de Palma. Porque, por otra cosa igual no, pero por transportar al lector a la Europa de los años cuarenta este libro se merece el premio Gran Angular que tiene y siete más. Si no fuera porque era la lectura de octubre de Madread, El festín de la muerte no habría pasado por mis manos ni de casualidad, pero ya que así ha sido voy a dejar aquí mi humilde opinión para compartirla con vosotros...
Lo singular de El festín de la muerte es que está narrado en las perspectivas de varios personajes, por lo que no tiene un único protagonista, sino varios. Estos personajes son niños, adolescentes, adultos, hombres, mujeres y hasta bebés (con el capítulo del bebé casi me tiro por el balcón que no tengo); y todos ellos tienen en común un enemigo opresor: los nazis. Algunas de sus historias se desarrollan en varios capítulos, otras solo abarcan uno y otras llegan apenas a durar unas páginas, pero ninguna tiene lo que podríamos llamar un «final feliz». Al fin y al cabo, esto es la guerra. Desde luego, la intención del autor está más que clara: recordar, conmover y concienciar. Recordar el terror de la gente inocente que vivió la II Guerra Mundial en primera persona, conmover a los lectores y hacer que se metan en la piel de estos antepasados nuestros y concienciarlos para que nada de esto vuelva a suceder.
Ahora bien, algo que no me ha gustado nada es el enfoque antialemán que tiene la novela. Sí, los nazis son malos malísimos. Sí, hay un par de personajes alemanes que no están para nada de acuerdo con las políticas nacionalsocialistas de Alemania y tampoco les salen muy bien las cosas, pero el tono general del libro es el de «los alemanes son el demonio, no tienen corazón y la culpa de todo la tienen ellos, ellos, ellos y nada más que ellos». Ojo, sé muy bien que los alemanes fueron los primeros en alzar sus fusiles contra el mundo, pero no es eso a lo que me refiero. Como sucede con las historias de la Guerra Civil Española, ahora (que podemos) nos explayamos a la hora de horrorizarnos al narrar las atrocidades cometidas por el bando nacionalista de Franco, olvidando, sin disculpar a los otros, que los republicanos no fueron precisamente unos angelitos en el momento. No sé si me explico con claridad, pero básicamente quiero decir que eché de menos un punto de vista más neutro, puesto que pienso que en las guerras no hay bando bueno ni bando malo, sea cual sea el que haya empezado las contiendas.
Por otra parte, me ha sorprendido gratamente que el señor Jesús no haya caído en el tópico de los campos de concentración y haya explotado otras posibilidades y perspectivas que, por su similitud a nuestras vidas hoy en día, penetran más fácilmente en la imaginación del lector y le ayudan a visualizar lo que el autor trata de contar. Además, el estilo es ágil y muy simple, totalmente alejado de florituras innecesarias, así que se lee bastante deprisa.
En definitiva, me ha parecido una buena novela juvenil que acerca a los lectores a esta época tan dolorosamente cercana y la veo perfecta como lectura obligatoria en la ESO o en bachillerato. No es un libro que yo leería por placer, porque buen sabor de boca como que no te deja, pero creo que cumple su función.
Por cierto, antes de que alguien piense lo que no es, no apoyo ni defiendo al régimen nazi, ni a Franco, ni a sus primas en vinagre de manzana, ni pienso que el autor de esta novela haya dado un enfoque incorrecto a su obra; solo digo que he echado en falta un punto de vista alemán que no se ha incluido DENTRO DE LOS PUNTOS DE VISTA QUE SÍ FIGURAN. La nota se ha visto un poco más resentida porque no disfruto de este tipo de lecturas. FIN. Y aun así saldrá alguien que piense que soy facha.
Lo singular de El festín de la muerte es que está narrado en las perspectivas de varios personajes, por lo que no tiene un único protagonista, sino varios. Estos personajes son niños, adolescentes, adultos, hombres, mujeres y hasta bebés (con el capítulo del bebé casi me tiro por el balcón que no tengo); y todos ellos tienen en común un enemigo opresor: los nazis. Algunas de sus historias se desarrollan en varios capítulos, otras solo abarcan uno y otras llegan apenas a durar unas páginas, pero ninguna tiene lo que podríamos llamar un «final feliz». Al fin y al cabo, esto es la guerra. Desde luego, la intención del autor está más que clara: recordar, conmover y concienciar. Recordar el terror de la gente inocente que vivió la II Guerra Mundial en primera persona, conmover a los lectores y hacer que se metan en la piel de estos antepasados nuestros y concienciarlos para que nada de esto vuelva a suceder.
Ahora bien, algo que no me ha gustado nada es el enfoque antialemán que tiene la novela. Sí, los nazis son malos malísimos. Sí, hay un par de personajes alemanes que no están para nada de acuerdo con las políticas nacionalsocialistas de Alemania y tampoco les salen muy bien las cosas, pero el tono general del libro es el de «los alemanes son el demonio, no tienen corazón y la culpa de todo la tienen ellos, ellos, ellos y nada más que ellos». Ojo, sé muy bien que los alemanes fueron los primeros en alzar sus fusiles contra el mundo, pero no es eso a lo que me refiero. Como sucede con las historias de la Guerra Civil Española, ahora (que podemos) nos explayamos a la hora de horrorizarnos al narrar las atrocidades cometidas por el bando nacionalista de Franco, olvidando, sin disculpar a los otros, que los republicanos no fueron precisamente unos angelitos en el momento. No sé si me explico con claridad, pero básicamente quiero decir que eché de menos un punto de vista más neutro, puesto que pienso que en las guerras no hay bando bueno ni bando malo, sea cual sea el que haya empezado las contiendas.
Por otra parte, me ha sorprendido gratamente que el señor Jesús no haya caído en el tópico de los campos de concentración y haya explotado otras posibilidades y perspectivas que, por su similitud a nuestras vidas hoy en día, penetran más fácilmente en la imaginación del lector y le ayudan a visualizar lo que el autor trata de contar. Además, el estilo es ágil y muy simple, totalmente alejado de florituras innecesarias, así que se lee bastante deprisa.
En definitiva, me ha parecido una buena novela juvenil que acerca a los lectores a esta época tan dolorosamente cercana y la veo perfecta como lectura obligatoria en la ESO o en bachillerato. No es un libro que yo leería por placer, porque buen sabor de boca como que no te deja, pero creo que cumple su función.
Por cierto, antes de que alguien piense lo que no es, no apoyo ni defiendo al régimen nazi, ni a Franco, ni a sus primas en vinagre de manzana, ni pienso que el autor de esta novela haya dado un enfoque incorrecto a su obra; solo digo que he echado en falta un punto de vista alemán que no se ha incluido DENTRO DE LOS PUNTOS DE VISTA QUE SÍ FIGURAN. La nota se ha visto un poco más resentida porque no disfruto de este tipo de lecturas. FIN. Y aun así saldrá alguien que piense que soy facha.
3/5
Yo no pienso que seas facha ♥
ResponderEliminarLa verdad es que a mí sí que me gusta el tema de la II Guerra Mundial. Más que nada porque adoro la historia alemana, me fascina en todas sus vertientes (tanto las cosas buenas como las malas) y si tuviera tiempo igual sí me lo leería, aunque probablemente acabaría pensando lo mismo que tú si como dices no hay ni un punto de vista alemán en la novela .__.
Como siempre, me encantan tus reseñas ♥
Bueno, pero la gente puede pensar lo que quiera xDDD
ResponderEliminarTú a lo tuyo y fuera =)
Un libro que no me importaría leer, me gusta la temática que trata =)
Besotes
A mi me encanta esta tematica, y yo realmente pienso que un conflicto belico no tiene culpables, ahi son todos xD
ResponderEliminaryo si que quiero leerlo
Yo también lo he leído, y he de decir que a mi me gustó algo mas. Eso si, a diferencia de ti, a mi me encantan los libros relacionados con la II Guerra Mundial, por lo que este, siendo como es, me encantó.
ResponderEliminarIgualmente, has justificado muy bien tu reseña y es comprensible el que a ti no te gustara.
Y estoy muy de acuerdo en eso que dices que en una guerra no hay ni buenos ni malos, así que para nada debería considerarte alguien con dos dedos de frente, facha.
Muy buena reseña:) Me quedo por aquí que no conocía tu blog. ¡Besos!
Oh, pues a mí me encanta toda la temática de la II guerra mundial, y de hecho, a veces me decanto por libros o películas porque tratan sobre ésto.
ResponderEliminarYo sí quiero leerlo :D
Al contrario que a ti, a mi me encanta leer todo lo relacionado con la II Guerra Mundial, me encanta la historia y me encanta conocerla, ya sea bueno o malo. Le tengo el ojo echado desde hace mucho tiempo y es muy posible que lo busque para leerlo en cuanto tenga el tiempo suficiente para dedicárselo.
ResponderEliminar¡Un saludo!