Título original: Tess of the d'Urbervilles
Título en España: Tess, la de los d'Urberville
Autor: Thomas Hardy
Traducción: Manuel Ortega y Gasset y Carmen Criado
Año de edición: 1999
Editorial: Alianza
Páginas: 500
Sinopsis
Tess, la de los d'Urberville relata la vida campesina decimonónica, amenazada por la revolución industrial y los cambios sociales, personificada en la figura de la protagonista, Tess, descendiente de una empobrecida familia aristocrática, los d'Urberville. El tema clásico de la violación de una campesina por un aristócrata sirve al autor para pintar un descorazonador panorama existencial, enmarcado en un mundo de opuestos radicales en donde la vida tiende a destruir lo que crea, el instinto se contrapone a la razón, las leyes humanas se enfrentan a la naturaleza y el individuo está irremediablemente destinado al sufrimiento. Condenada por una sociedad de moral estricta, la protagonista se rebela por su innata independencia, su incapacidad de comprender el doble rasero con el que se juzga la conducta de los sexos y, sobre todo, por sus deseos de felicidad.
Opinión
Regreso del exilio académico para hablaros de Tess, un clásico inglés de Thomas Hardy que me ha despertado muchos feelings y también me ha cabreado bastante. No necesariamente en ese orden.
Aunque, a primera vista, Tess, la de los D'Urberville es un topicazo más de campesina-violada-por-aristócrata-y-posterior-drama, no lo es tanto si pensamos que esta obra fue escrita hace más de cien años por un HOMBRE y que aún, a estas alturas de la civilización humana, puede aplicarse a sucesos de actualidad. Tal vez yo no comparta la suerte de Tess, ni tú, ni tu prima, ni tu vecina del cuarto, pero es innegable que, a día de hoy, la libertad sexual de la mujer no está tan asegurada ni aceptada como nos parece. Y sí, si no habéis leído la novela ni visto la mini serie de la BBC, os confirmo: Tess, la de los D'Urberville es un dramón del copón.
La trama, como supongo que podéis imaginar, no está pensada para sorprender. Es una joven campesina cuya familia vive al borde del abismo económico y se ve obligada a trabajar para ayudar a mantener a sus hermanos. Un día, su padre descubre que desciende de una importante familia de aristócratas arruinada de la que todavía queda una rama maltrecha formada por una anciana ciega y su hijo, así que decide enviar a Tess para que trabaje en su mansión y tal vez así recuperar el estatus que una vez ostentó su apellido. ¿Problema? Que el hijo de la anciana ciega es un pichaloca desvergonzado y abusivo. El resto os lo podéis figurar. Ahora bien, la cosa no hizo más que empezar en el momento que Tess pisó esa casa por primera vez. ¿Qué podría ser de una joven adolescente deshonrada como Tess? La ruina. La ruina y la culpa, aunque ella no tuviese responsabilidad alguna de lo que haya sucedido... Solo por ser mujer. Eso sí, Tess, la de los D'Urberville no es el cuento de Cenicienta. No hay príncipe azul ni hada madrina. Tess tiene que luchar por sí misma, por su familia y por sus derechos, y nadie puede asegurar que le vaya a salir bien. Vamos, que o bien os armáis de paciencia con el libro, o bien os veo sacando vuestro lado feminista radical. Es una historia muy, muy frustrante pero auténtica, a diferencia de las novelas similares hoy en día que pretenden vender miles de ejemplares a base de publicar obviedades (sí, me queman mucho).
A pesar de todo, yo recomendaría que leyerais este libro desde un punto de vista decimonónico; más que nada porque es demasiado fácil enfadarse con Tess y tacharla, incluso, de tonta integral. Si nos metemos en su piel, en la piel de una adolescente de aquella época, vemos que, en realidad, ella no tiene elección. Demasiado hace ya estableciéndose como una mujer autónoma que se niega a depender de la caridad de nadie, ¿no os parece? Pero ¿quién sabe cómo habríamos reaccionado nosotras en su situación? Da que pensar, me parece a mí. No obstante, sí que podemos cabrearnos con el resto de personajes. De hecho, lo recomiendo. Recomiendo patear culos literarios, desde Alec d'Urberville hasta la mismísima madre de Tess, pasando por Angel, que no es que tenga dos tortas, es que tiene dos docenas.
En cuanto al final, este es un claro caso de libro tirable por la ventana. No porque esté mal, ojo. Al contrario. Es un cierre fuerte y con rabia, de esos que parecen decir "Olé mis ovarios" y sí, lo digo. Olé los ovarios de Tess d'Urberville. No me tiréis de la lengua, que os hago una disertación sobre lo badass que es ese final.
Por último, me gustaría hacer una declaración: Odio las traducciones de Manuel Ortega y Gasset. Cada vez abro un clásico y veo su nombre, me dan ganas de dejarlo y de leerlo en inglés. Ya está, ya lo he dicho.
Aunque, a primera vista, Tess, la de los D'Urberville es un topicazo más de campesina-violada-por-aristócrata-y-posterior-drama, no lo es tanto si pensamos que esta obra fue escrita hace más de cien años por un HOMBRE y que aún, a estas alturas de la civilización humana, puede aplicarse a sucesos de actualidad. Tal vez yo no comparta la suerte de Tess, ni tú, ni tu prima, ni tu vecina del cuarto, pero es innegable que, a día de hoy, la libertad sexual de la mujer no está tan asegurada ni aceptada como nos parece. Y sí, si no habéis leído la novela ni visto la mini serie de la BBC, os confirmo: Tess, la de los D'Urberville es un dramón del copón.
La trama, como supongo que podéis imaginar, no está pensada para sorprender. Es una joven campesina cuya familia vive al borde del abismo económico y se ve obligada a trabajar para ayudar a mantener a sus hermanos. Un día, su padre descubre que desciende de una importante familia de aristócratas arruinada de la que todavía queda una rama maltrecha formada por una anciana ciega y su hijo, así que decide enviar a Tess para que trabaje en su mansión y tal vez así recuperar el estatus que una vez ostentó su apellido. ¿Problema? Que el hijo de la anciana ciega es un pichaloca desvergonzado y abusivo. El resto os lo podéis figurar. Ahora bien, la cosa no hizo más que empezar en el momento que Tess pisó esa casa por primera vez. ¿Qué podría ser de una joven adolescente deshonrada como Tess? La ruina. La ruina y la culpa, aunque ella no tuviese responsabilidad alguna de lo que haya sucedido... Solo por ser mujer. Eso sí, Tess, la de los D'Urberville no es el cuento de Cenicienta. No hay príncipe azul ni hada madrina. Tess tiene que luchar por sí misma, por su familia y por sus derechos, y nadie puede asegurar que le vaya a salir bien. Vamos, que o bien os armáis de paciencia con el libro, o bien os veo sacando vuestro lado feminista radical. Es una historia muy, muy frustrante pero auténtica, a diferencia de las novelas similares hoy en día que pretenden vender miles de ejemplares a base de publicar obviedades (sí, me queman mucho).
A pesar de todo, yo recomendaría que leyerais este libro desde un punto de vista decimonónico; más que nada porque es demasiado fácil enfadarse con Tess y tacharla, incluso, de tonta integral. Si nos metemos en su piel, en la piel de una adolescente de aquella época, vemos que, en realidad, ella no tiene elección. Demasiado hace ya estableciéndose como una mujer autónoma que se niega a depender de la caridad de nadie, ¿no os parece? Pero ¿quién sabe cómo habríamos reaccionado nosotras en su situación? Da que pensar, me parece a mí. No obstante, sí que podemos cabrearnos con el resto de personajes. De hecho, lo recomiendo. Recomiendo patear culos literarios, desde Alec d'Urberville hasta la mismísima madre de Tess, pasando por Angel, que no es que tenga dos tortas, es que tiene dos docenas.
En cuanto al final, este es un claro caso de libro tirable por la ventana. No porque esté mal, ojo. Al contrario. Es un cierre fuerte y con rabia, de esos que parecen decir "Olé mis ovarios" y sí, lo digo. Olé los ovarios de Tess d'Urberville. No me tiréis de la lengua, que os hago una disertación sobre lo badass que es ese final.
Por último, me gustaría hacer una declaración: Odio las traducciones de Manuel Ortega y Gasset. Cada vez abro un clásico y veo su nombre, me dan ganas de dejarlo y de leerlo en inglés. Ya está, ya lo he dicho.
4,5/5
Jajjajaja patear varios culos literarios xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD genial. Lo tendré en cuenta guaperrima
ResponderEliminarJustamente me lo compré ayer por Sant Jordi (en inglés), tendré en cuenta tu recomendación acerca de Tess xD
ResponderEliminarPues entonces lo leeré, pero en inglés. Hace unos días empecé a leer un clásico (Jane Eyre) y empecé a pensar que todos los clásicos que he leído hasta ahora me han enamorado a lo bestia, así que algo tienen que tener. Si siguen vendiendo después de tantos y tantos años (165 en el caso de Jane Eyre) debe de ser que son muy buenos. Podrán gustarte o no, pero la calidad no se les podrá negar. Y así por lo menos cuando los terminas no te da la sensación de que has perdido el tiempo con una bazofia.
ResponderEliminarComo me he cambiado el nick a mi nombre real, aclaro: soy Tempe. :P
EliminarTengo ganas de leerlo, lo he visto reseñado varias veces y creo que me gustaría =)
ResponderEliminarBesotes
No lo conocía, creo que no es el tipo de lecturas que me suelen gustar, así que no creo que lo lea.
ResponderEliminarTe sigo por aquí, nos leemos! :)
Javier Del Álamo
Mi pensar sobre la historia es un poco rara, ya que en los diferentes blog todos dicen que Tess era inocente, pero a mi parecer el inocente en esta historia fue Alec, si es verdad que era un "pichaloca desvergonzado y abusivo" pero recordar que su madre no le dio el amor como tal, ya que siempre lo compraba con su padre... pero Él amaba a su madre a pesar del trato de ella hacia él, y lo que le hacia actuar como un sinvergüenza (para mi) fue el odio para si mismo. Pero cuando conoció a Tess, en el nació un amor no tierno sino salvaje como esos amores que son pura pasión pura, ese amor que no todos tenemos la fortuna de vivirlo, ya que muchos nos enamoramos de aquel amor puro y tal vez desinteresado, pero como le ocurrió a Ángel ese amor queremos verlo puro, y vemos a la otra persona perfecta y cuando vemos una imperfección dudamos..... pero Alec vio a Tess tal y cual era... campesina, orgullosa y voluntariosa, bella e inocente, apasionada...... y como Alec le habían enseñado que como era rico, tenia derechos sobre los otros... y ademas seamos honestos que hombre no desea poseer a aquella mujer que ama.... además Tess reconoció que Alec no era el único responsable de lo sucedido... Él quiso ponerle mas de una vez corregir el error que cometió. Tess nunca le dio la oportunidad de amarlo ni de tener un amor puro como se le da a un hijo... y a pesar de lo que ella le negó, el siguió amándola y buscando su bienestar... en cambio Ángel se alejo de ella.... sí, calló enfermo en Brasil, pero ¿tubo que estar al borde de la muerte para darse cuenta que la amaba?, para mi gusto el que duda del amor entonces no merece ese amor......... ( esto es mi humilde opinión ) Att. abogada del Diablo....
ResponderEliminarNo creo que Ángel no la amara, en ese tiempo y de la flia de la que provenía aunque él no siguiera el mismo pensamiento, enterarse que su amada no era la joven "pura" (lo cual para mucha gente sigue significando solo ser virgen) que él creía, lo golpeó muy fuerte. No soy machista, pero mirandolo desde todos los puntos de vista, se advierte que sintió su hombría herida. Lo advierto cuando dice que él sabía que no obtendría riquezas materiales de ella, pero que si pensaba obtener su "inocencia". Estuvo mal al abandonarla, y esto fue resultado de que la idolatrara y aunque consideraba que era ignorante en muchos aspectos la idealizaba, y ese fue su más grave error. No miento cuando digo que sentí asco cuando se ofrecio a llevar a Izz con él. Ahora es raro que una mujer enamorada como lo estaba Izz, fuera tan sincera con respecto a Tess, aunque de seguro solo fue de inconciente al elevarla al grado de martir.
EliminarAunque parece que me contradigo, estoy de acuerdo cuando dices: "el que duda del amor entonces no merece ese amor", pero cuantas veces nos equivocamos todos, por ser cabezadura.
Es verdad que Alec la deseaba y por eso la forzo. Pero no respetar las decisiones del ser amado en algo tan importante como aprovecharse de una niña, que lo había rechazado varias veces, si me parece que eso no es amor.
Algo que odio de los libros de este tipo es que los hombres culpen a los mujeres de "hechizarlos", porque ellos se enamoran perdidamente de ellas, aunque ellas no hayan pretendido concientemente que eso sucediera.
Es verdad que Alec no se cansaba de perseguirla como un verdadero enamorado, preocupandose finalmente por su bienestar, pero y si no la veia con amor. Si lo único que pretendía fuese conseguir una esposa trofeo, deleitarse con la belleza física de Tess, porque no creo que sea amor burlarse de los sentimientos de su amada, sentimientos muy dolorosos. La belleza es por el único motivo que él que no le da respiro, y puede que sea solo por la culpa por lo que se ocupe de su flia. O simplemente por lástima a una flia que no puede cubrir ni las necesidades básicas, y él puede facilmente solucionarlas. No juzgo a Tess, pero talvez no debería haber cedido ante la insistencia de Alex. Aunque estaba cansada de su insitencia haberle pedido un año de plazo abría sido bueno, pero es fácil decirlo cuando se conoce el final de la historia, y no es tu flia la que esta sin techo ni recursos económicos. Cuanto hubiese querido que no lo hubiera matado, y hubiese huido con Ángel, pero ¿la abría aceptado éste? O ¿solo la acompañó sintiendosé culpable porque sabía que no podría salvarla y sentía que le debía un poco de felicidad por todo el daño causado?
Cumplio su última voluntad y después de muerta siguió ocupándose de quienes más quería. Creo que Ángel si la amaba, pero fue un tonto como muchos a veces lo somos.
Alec no siente amor hacia Tess, si no obsesión. Todo su personaje es una farsa y manipulación, empezando por su nombre, que viene de Alejandro Magno ( el conquistador) y que ni siquiera es un D'Urverbille...Tiene obsesión por controlar y poseer aquello que se le antoje.
ResponderEliminarEn la primera parte de la novela Alec se obsesiona con ella, la ve pura, intocable e inalcanzable por eso la acosa continuamente hasta que finalmente la viola y la deja embarazada.
Sin embargo, su personalidad cambia según va avanzando la novela... Esta duplicidad lo convierte en un personaje diabólico y lo mejor de todo es que es fácil reconocerlo porque no esconde sus cualidades ni sus intenciones, más concretamente se ve cuando Alec mismo le dice a Tess “I suppose I am a bad fellow, a damn bad fellow. I was born bad, and I have lived bad, and I shall die bad, in all probability.” Si no recuerdo mal, es en el capítulo 12...Sí, lo acabo de mirar.
Lo que pasa( y aunque no me guste nada) es que Alec representa la moralidad de la obra, enseña al lector como la vida puede cambiar con giros inesperados o por fuerza de la naturaleza ( que viene más a cuento con este libro), aunque los actos cometidos alejen a la persona de la perfección moral.
Alec pasa por ser acosador y violador, después se convierte en cura y finalmente, lo abandona todo por Tess para tener ese fatal final.
Y Ángel( le odio)...Ángel no se da cuenta de que la quiere estando enfermo en Brasil ( ya lo sabía con anterioridad), Ángel se da cuenta de que la puede perdonar y vivir con ella a pesar de sus "pecados" porque una vez separado de ella logra comprender que los hechos que han ido ocurriendo a Tess han estado fuera del alcance de ella.
Asique no, no comparto la postura del comentario anterior. Alec no quería a Tess, aunque sí la vió como era realmnete. Era obsesión, afán de conquistar y poseerla porque un día se encaprichó de ella. ¿Y CÓMO LE IBA A DAR TESS UNA OPORTUNIDAD? ¿Tras la violación? ¿Tras la muerte de la niña de la que no quisó saber nada?
A ver si es que ahora Tess buscó esa violación y la muerte del bebé...
Estoy de acuerdo en que Alec no la amaba, y sino hubiese sido por ese lamentable encuentro entre Alec cura y Tess, talvez hubiera terminado "bien", a pesar de haberle arruinado la existencia con anterioridad.
EliminarÁngel fue un cabeza dura, porque amándola no entendió que no podía "perdonarla por algo que no había hecho", sino que el se sentía traicionado, porque no se lo había dicho con anterioridad, aunque reconoce que ella lo intentó pero él no la dejo. Aunque ella le perdonó instaneamente su desliz del pasado. Fue una noticia muy fuerte, sobre todo si se piensa con la mentalidad de esa época, aunque el no era tan limitado como la flia de la que provenía. Fue un balde de agua helada lo que le cayo encima.
No lo justifico, pero me duele que un amor correspondido no haya podido alcanzar la felicidad. Se dan cuenta de que si Tess no hubiera sido tan digna como para contarle la verdad (aunque debería haber sido antes del casamiento, pero el destino anulo todos sus intentos) hubiera podido tener un final feliz. aunque se hubiese sentido mezquina por ocultarle eso al hombre que mas idolatraba, pero si se lo hubiese dicho al cabo del tiempo cuando tuvieran hijos, no habría pensado él que había sido una tramposa, que lo había engañado fingiendo inocencia y que se burlaba de él. ¿La abría abandonado con hijos?
Habría sido peor esa confesión tardía.
Quiero corregir un error en mi anterior respuesta, esto debería haberlo escrito como pregunta: "¿pero si se lo hubiese dicho al cabo del tiempo cuando tuvieran hijos, no habría pensado él que había sido una tramposa, que lo había engañado fingiendo inocencia y que se burlaba de él?"
EliminarLo acabo de terminar de leer, y Tess me da rabia y lástima. Un espiritú tan puro e ingenuo manchado por un destino y una sociedad cruel e injusta. Desprotegida de la maldad del mundo. Acostumbrada a las películas de Disney que todos terminan felices, encontrarme con una historia tan dura e injusta me hizo chocar de golpe con la crueldad que existe en nuestras almas humanas. ¿Por qué tuvo que sufrir tanto alguien tan bueno? ¿Por qué? Una historia muy amarga, que te anuda el alma, pero que no termina de empujarte al abismo. Porque en su independencia y su lucha, radica la libertad y la dignidad que le permitió mirar de frente al mundo. Una esclava de culpas que no le pertenecían. Por momentos una muchacha admirable y por otros una chica demasiado confundida y tonta.
ResponderEliminarNo me gustó, odie esta novela, porque por capricho me esforze en ignorar a conciencia todas las señales de un cruel final, esperaba un "...y viveron felices por siempre" que jamás llego.
Así es la vida, independientemente de nuestras anhelantes expectativas. Hay tragedias, dramas, comedias, finales felices.
Pobre Tess, su belleza física la perjudico tanto, como la elevo su belleza espiritual, aunque la idolatría por Ángel la llevara a cometer un cruel pecado. Otra cosa que quedo demostrado es que la más inocente persona es capaz de quitar el bien más preciado, cuando el sufrimiento y el dolor ante el insulto a lo que más se ama nublan la vista con odio y rencor. Y solo se encuentra la paz y la libertad extinguiendo una de la fuente de los origenes del mal, aunque esa sea el primer paso del cual se la puede acusar. Estuvo eso mal, aunque fue la causa de todo su infortunio. Pero no sere quien juzgue sus actos, si bien no puede todo el pesar caer sobre él.
Finalmente terminó feliz, pasando unos pocos días con su ser más amado, era lo que deseaba, por miedo al rechazo que creia que sucederia con el tiempo. Justo en el altar de sacrificio ella decidió entregar su vida para mantener su recuerdo más feliz.