Reseña: The Immortal Rules - Julie Kagawa

Título: The Immortal Rules (Blood of Eden #1)
Autora: Julie Kagawa
Año de publicación: 2012
Editorial: Harlequin Teen
Páginas: 502

Sinopsis

En un mundo futuro, los vampiros son soberanos, los humanos son ganado y una chica tendrá que buscar la clave para salvarlos.

Allison Sekemoto vive en la Frontera, a las afueras de una ciudad de vampiros. Por el día, ella y su banda buscan alimentos pero, por la noche, ellos son la comida.

A veces, lo que mantiene a Allie con vida es su odio hacia los vampiros, que usan a los humanos como ganado, hasta que una noche la atacan y debe tomar una decisión definitiva: morir o convertirse en uno de ellos.

Ante la visión de su propia mortalidad, Allie se convierte en lo que más detesta. Para sobrevivir, debe aprender las reglas de los inmortales, incluyendo la más importante: si pasas demasiado tiempo sin beber sangre humana, pierdes la cabeza.

Después, Allie se ve obligada a huir hacia lo desconocido, más allá de los muros de la ciudad, y se une a un grupo de humanos harapientos que van en busca de una leyenda; una cura para la enfermedad que está acabando con la mayor parte de la humanidad y que ha creado a los rabiosos, las criaturas sin cerebro que amenazan tanto a los humanos como a los vampiros.

Sin embargo, no es fácil hacerse pasar por humano, especialmente cerca de Zeke, que tal vez pueda darse cuenta de lo que es en realidad, y Allie tendrá que decidir pronto por qué (y por quién) merece la pena morir.

(Sinopsis traducida por mayumako para Arias de Agua) 

Opinión

Por todos es sabido que Book Depository es el pecado en forma de tienda online; con sus ofertas, sus precios irrisorios y sus gastos de envío gratis a España. Si tengo hoy este libro en mi estantería es por su culpa, y no sé todavía si para bien o para mal.

Después del boom vampírico crepusculista que nos dejó hasta la coronilla de sagas con protagonistas femeninas en diferentes estadios de revolución hormonal, llegó a las librerías la novela que parecía poder convertirse en la salvadora de la literatura vampírica; con seres de la noche malignos, astutos y sanguinarios que arrasarían con la sexualización de los vampiros de una vez por todas. El nombre de Julie Kagawa  comenzó a ser sinónimo de vampiros de verdad y nos llenó a todos de esperanza. Bueno, pues no.

Si tengo que resumir The Immortal Rules en una fórmula matemática, sería la siguiente Buffy + Blade + Blood+ The Last Vampire + Zombis. ¿Por qué?

• Buffy Cazavampiros: Gente que caza vampiros, obviamente. La sociedad vampírica también es bastante similar.
• Blade: Vampiro que caza vampiros.
• Blood+ The last Vampire: Vampira adolescente y de rasgos asiáticos que caza vampiros con una katana.
• Zombis: Más que un apocalipsis vampírico, es un apocalipsis zombi. Dependiendo de si tu creador tiene pedigrí o no, te conviertes en un vampiro cuerdo y megachuli, a lo Anne Rice, o en una sabandija fotofóbica con la capacidad cognitiva de una comadreja. Lo peor es que ni siquiera estoy de broma.

Es decir, que, a pesar de que los vampiros de Kagawa no brillan, tampoco podemos llamar a esto la salvación del género. Es muy difícil hacer algo medianamente original con este material y, aunque tampoco te da ganas de arrancarte los ojos y quemarlos después, no es, ni de lejos, la maravilla que se supone que nos venden.

La protagonista, Allison Mary Sue Sekemoto, es miembro de una banda juvenil que vive a las afueras de la ciudad de los vampiros y que se niega a participar como ganado humano en su sociedad. Hasta aquí, bien. Por azares del destino, Allison acaba convertida en vampiro por un sujeto tremendamente sospechoso y no tiene más remedio que confiar en él. Bueno, vale. La cosa ya se pone negra cuando nuestra prota se ve en la "necesidad" de hacerse pasar desapercibida y convivir con un grupo de humanos. Puedo decir, sin miedo a equivocarme, que Allison es una de las protagonistas con más decisiones estúpidas a sus espaldas que existen en literatura juvenil en estos momentos. Qué manera de complicarse la vida, en serio. Con eso de ser una moderna strong female character (lo que yo llamo niñata descarada, contestona, malhablada y con un fuerte sentido del derecho a cagarla y a liarla parda, más de lo que estaba), la señorita Sekemoto y su super katana acaban metidas hasta las orejas en una intriga totalmente innecesaria, con el estrés añadido de tener que fingir ser humana y que, mágicamente, nadie se dé cuenta.

Lo que sí voy a conceder a The Immortal Rules es la carga de acción que tiene. Los vampizombis de los que os hablaba antes apenas hacen acto de presencia (y eso que es lo que vende la historia) pero, cuando lo hacen, nos encontramos buenas escenas de lucha; lo mismo pasa con los malos malísimos del libro. Yo diría que son lo único que salvan a esta historia.

En cuando a la trama amorosa, aparentemente obligatoria en todos los santos libros juveniles, por mucho que sobre, es una de las más tontas que me he encontrado últimamente. El fandom tiene ya dos teams: El Team Zeke y el Team Kanin. El Team Kanin es absurdo, pero es norma general shippear a la prota vampírica con su creador, así que lo acepto. Por otra parte, el Team Zeke es total y absolutamente innecesario. Zeke es el maromo rubiales y guapetón del grupo de humanos anteriormente mencionado, que además resulta ser buena persona e insultantemente ingenuo, y que es el encargado de despertar en Allison lo que he denominado el Síndrome de Louis de Pointe du Lac, comúnmente conocido como odio-mi-vida-no-mataré-nunca-a-un-ser-humano-aunque-me-convierta-en-rata-de-tanto-comerlas, y que le quita toda la emoción a eso de ser vampiro.

Si os preguntáis por qué no hablo de la trama, es porque, en realidad, no es más que lo dice la sinopsis. Lo interesante, lo gordo, lo que sucede en la ciudad de los vampiros, no es lo que se narra en esta novela. La información que obtenemos nos la dan con cuenta gotas y, la verdad, no es tan interesante. Supongo que soy demasiado exigente con este tipo de historias y nunca dejo títere con cabeza, pero si me venden una novela con vampiros de verdad, es eso lo que espero, no a una adolescente con una pésima capacidad de decisión que se mete en unos berenjenales que nada tienen que ver con ella y que decide comportarse como una humana a pesar de haber elegido convertirse en lo que es.

Sí, leeré el siguiente, bien para revelaros que se ha hecho el milagro y que la cosa mejora, o bien para traeros otra reseña destructiva.

2/5