Reseña: El secreto - Donna Tartt

Título original: The Secret History
Título en España: El secreto
Autora: Donna Tartt
Traducción: Gemma Rovira
Año de publicación: 1992
Editorial: Lumen
Páginas: 776

La vida no es fácil en un college de Nueva Inglaterra si eres un chico modesto y falto de afecto que llega de California, y Richard Papen lo sabe; por eso agradece que lo admitan en un pequeño grupo de cinco estudiantes capitaneados por un profesor de literatura clásica con mucho carisma y pocos escrúpulos.

Los chicos sueltan comentarios en griego y se ríen de la ingenuidad y la torpeza de los demás, pero bien mirado se pasan el día bebiendo y engullendo pastillas, hasta que un mal día lo que parecían chiquilladas se convierten en asuntos donde la muerte tiene algo que decir. Es entonces cuando Richard y su pandilla descubren qué difícil es vivir sin máscaras y qué fácil es matar sin remordimientos.

Si queréis mi opinión, la sinopsis de la editorial despista bastante. El contenido del libro es parecido a este resumen, pero después de haberlo leído, me la sensación de que lo empecé teniendo una idea equivocada. Yo solo aviso.

Estamos en pleno boom DonnaTarttiense, gracias al éxito de su última novela, El jilguero. Después de echar un vistazo a las sinopsis de sus otros libros, decidí probar suerte con El secreto. Universitarios asesinos, ¿qué puede salir mal? Además, fue la primera obra publicada de la autora, y vaya opera prima: Un señor mazacote de 776 páginas con solo 8 capítulos kilométricos y un epílogo relativamente breve. No obstante, las escenas no son muy largas y hay muchos personajes, por lo que no resulta una lectura tediosa. De hecho, se lee bastante rápido, a pesar de su tamaño tan amenazador.

El foco de la novela son los personajes; es un libro largo, pero las escenas de acción caen con cuenta gotas. Lo cierto es que me hizo gracia, porque el ambiente está plagado de clasicismo y la mayoría de escenas importantes suceden offstage, como en una tragedia griega. ¿Por qué sucede esto? Porque Richard, nuestro protagonista, narra la historia en primera persona y, obviamente, solo dice lo que ve y lo que le cuentan. Es decir, Richard es un mero espectador de su propia historia. En cierto modo, uno podría decir que es un personaje de relleno, sobre todo al principio, a pesar de su protagonismo y de que su psicología es lo que nos permite vivir la historia con las emociones pretendidas, pero en las últimas páginas resulta evidente que la historia no habría seguido el mismo camino de no haber existido él como personaje y que, al fin y al cabo, es un elemento clave, aunque por motivos poco corrientes. También he tenido algún que otro problema con el resto de personajes; más que nada porque siento que solo dos de ellos están definidos como es debido y que los demás acaban de obtener su identidad bien pasada la mitad de la novela. Me explico: Charles y Francis hablan y se comportan básicamente de la misma manera durante buena parte del libro y solo en las últimas 200 páginas pude empezar a conocerlos bien de manera individual; Camila me pareció un personaje «detonador» que existe simplemente para crear morbo y drama; y Julian, el profesor «de mucha carisma y pocos escrúpulos», no es especialmente carismático y su dudosa ética hace acto de presencia en contadas ocasiones. Ahora bien, los dos personajes mejor creados son también los más importantes: Bunny y Henry. El primero es infantiloide, caprichoso, violento y demanda mucha atención y el segundo es frío, inteligente, manipulador y básicamente un psicópata. Su relación se trata con más profundidad que ninguna otra y son ellos los pilares sobre los que se sustentan los demás personajes y la trama en general. Se podría decir que el resto es un complemento.

Como decía, el hecho de que Richard sea un espectador tiene la desventaja de que hay sucesos importantes en la historia que no podemos conocer de primera mano, pero también es una buena estrategia para crear el ambiente de misterio y suspense, ya que la autora reparte información en dosis pequeñas a lo largo de novela y en los momentos precisos. En gran parte, lo único que sabemos es cómo se sintió Richard con el nuevo giro que ha tomó su vida cuando decidió acudir a esa universidad en particular y cuáles son sus pensamientos al respecto años después, cuando se supone que está contando la historia. De hecho, creo que lo más atractivo de El secreto es el ambiente de ansiedad y mentira que se crea cuando tiene lugar un crimen y los responsables están a simple vista pero nadie es capaz de verlos. Las últimas 100 páginas son, sin duda, las más vertiginosas del libro. Si tuviese la oportunidad de cambiar algo, sería simplemente que Richard participase más en lugar de observar. Creo que el resultado habría sido más intenso y, al menos a mí, me habría provocado más emociones, aunque supongo que eso va al gusto del consumidor.

¿Lo recomendaría? Sí. Aunque no comparto el hype, es un buen libro, es entretenido, tiene sus toques perturbadores la mar de atractivos y sus personajes, a pesar de mi tiquismiquillez, dan que pensar (especialmente Henry, que ya llega un momento en que ya no sabes si amarlo u odiarlo... lo cual hace que te replantees tu salud mental).

Vuestro turno. Contadme qué opináis (ಠ‿ಠ).