Título: The Kingdom of Little Wounds
Autora: Susann Cokal
Año de publicación: 2013
Editorial: Candlewick Press
Páginas: 576
En la víspera de las nupcias de la princesa Sophia, la ciudad escandinava de Skyggehavn se prepara para festejar la ocasión con un suntuoso despliegue de riquezas: brocados, satén, joyas, banquetes de frutas y dulce vino especiado. Sin embargo, bajo ese velo festivo, una escalofriante oscuridad acecha en las salas del castillo; una misteriosa enfermedad se propaga entre los miembros de la familia real, haciendo peligrar las vidas de los herederos al trono, y la avidez lobuna por los favores del rey de un cortesano pone en marcha una escabrosa conspiración.
Las cosas son rara vez lo que parecen en Skyggehavn, y cuando el mísero pinchazo de una aguja desencadena una serie de sucesos que cambiarán el curso de la historia, los destinos de la costurera Ava Bingen y de la niñera muda Midi Sorte se entrelazan irrevocablemente con el de la reina Isabel. Ava y Midi tendrán que hallar un modo de sobrevivir mientras navegan por una intrincada red de intrigas palaciegas, engaños y ansias de poder.
(Sinopsis traducida por mayumako para Arias de Agua)
The Kingdom of Little Wounds es un libro con polémica. Con polémica clasificatoria. ¿Qué es el Young Adult? ¿Qué es la literatura adulta? ¿A qué huelen las nubes? Por lo visto, la inmensa mayoría de los lectores de la tercera obra de Susann Cokal no tiene muy claro en qué saco debe meterla y sus críticas se dividen dependiendo de hacia dónde tire su particular cabra (a lo juvenil o a lo adulto).
Generalmente, se suele afirmar que la novela juvenil es aquella en la que la edad de su protagonista oscila entre los 15 y los 18 años, aunque está claro que no siempre es así. De todas maneras, aceptando pulpo como animal de compañía y The Kingdom of Little Wounds como literatura juvenil, hemos de topar inevitablemente con tres factores que no suelen aparecer en ella y que pone muy nerviosito al carácter puritano (según para qué cosas) de los estadounidenses: la violencia, el sexo explícito y el gore. Así, pues, considero que la línea divisoria entre lo juvenil y lo adulto no existe, que son los padres, y que este libro no es apto para mentes inocentes ni para gente sensible que sintió náuseas leyendo El perfume. Solo en las cien primeras páginas nos describen enfermedades de transmisión sexual, fetos abortados, sexo entre adultos y prepúberes, cagaleras monstruosas, ronchas supurantes, violaciones e incluso a un paisano que se hizo incrustar perlas y gemas en el cimbrel. Dicho esto, que cada uno se forme su propia opinión, decidan en qué saco meter el libro y a qué cabra seguir en lo concerniente a la clasificación por edades de The Kingdom of Little Wounds.
Pasando a otros temas, se comenta bastante por Goodreads que el estilo de la autora es maravilloso y una delicia para la retina. Bueno, no sé si llega a tanto, pero si es inteligente. Para empezar, la estructura de la novela es rara: intercala breves y aleatorios cuentos de hadas de dos o tres páginas con los puntos de vista en tercera persona de los personajes adultos y los de las dos protagonistas, que están en primera. ¿Qué tiene de inteligente esto? Que cada una de esas partes está escrita con un estilo distinto: los cuentos están escritos como tales; los capítulos en tercera persona, con un narrador omnisciente con gusto por lo emperifollado; los capítulos de Ava, la joven y lozana costurera, como una muchacha normal de cierta educación; y los capítulos de Midi, la niña muda, como una joven africana con conocimientos precarios de la gramática inglesa (aunque están en un país eslavo, pero eso es un tema para otro día). Como digo, un estilo inteligente. Pesado como un obús, pero inteligente.
En cuanto a personajes, nos encontramos frente a un caso agudo de «GeorgeErreErreMartinitis», de «Muerte generalizada» o de «Sálvese quien pueda». Hay muchos personajes, aunque la mayoría aparece poco o muere pronto, así que la trama se centra en unos cuantos, a saber Ava, Midi, el paisano de las gemas, los reyes y cierta princesita que bien podría ser un rey Joffrey en potencia. De entre ellos, diría que el personaje más trabajado es la reina Isabel, porque tanto ella como su salud mental son imprevisibles, de modo que no sé muy bien si las fluctuaciones de su cordura se deben a un estudiado plan estratégico por parte de la autora o si son simplemente una especie de deus ex machina que hacía falta para solucionar de alguna manera el embrollo en el que se había metido. Cierto es que ninguno de los personajes me ha tocado la fibra sensible (ni rozármela, vaya) ni le he tomado especial cariño a ninguno, pero, oye, I see what you did there.
Por último, y no por ello menos importante, la trama. La trama es básicamente lo que falla en el libro, en mi opinión. Yo diría que The Kingdom of Little Wounds es un libro más enfocado a la forma que al contenido, lo cual no es necesariamente un error, pero, en mi caso particular, me han resultado indiferentes tanto una como otro. La premisa no es nada del otro mundo (venenos en una corte renacentista, ajám) y, realmente, si le quitas el morbo del sexo, la sangre y las vísceras, aunque se trate de una ambientación acertada para la época, se queda en muy poco o en nada. Por supuesto, con tanto personaje femenino oprimido, puede adivinarse cierto regustillo feminista (y con «adivinarse» quiero decir que te pega un puñetazo en la cara), pero no puedo sino confesar que este libro me ha aburrido más de lo aceptable y que el final no me ha terminado de convencer.
¿Recomendable? Psé. Si te gusta el gore y las morales dudosas, desde luego, pero el resto de la población podría pensárselo un poco más. Eso sí, la edición es preciosa por dentro y por fuera. En la estantería queda la mar de mono.
Generalmente, se suele afirmar que la novela juvenil es aquella en la que la edad de su protagonista oscila entre los 15 y los 18 años, aunque está claro que no siempre es así. De todas maneras, aceptando pulpo como animal de compañía y The Kingdom of Little Wounds como literatura juvenil, hemos de topar inevitablemente con tres factores que no suelen aparecer en ella y que pone muy nerviosito al carácter puritano (según para qué cosas) de los estadounidenses: la violencia, el sexo explícito y el gore. Así, pues, considero que la línea divisoria entre lo juvenil y lo adulto no existe, que son los padres, y que este libro no es apto para mentes inocentes ni para gente sensible que sintió náuseas leyendo El perfume. Solo en las cien primeras páginas nos describen enfermedades de transmisión sexual, fetos abortados, sexo entre adultos y prepúberes, cagaleras monstruosas, ronchas supurantes, violaciones e incluso a un paisano que se hizo incrustar perlas y gemas en el cimbrel. Dicho esto, que cada uno se forme su propia opinión, decidan en qué saco meter el libro y a qué cabra seguir en lo concerniente a la clasificación por edades de The Kingdom of Little Wounds.
Pasando a otros temas, se comenta bastante por Goodreads que el estilo de la autora es maravilloso y una delicia para la retina. Bueno, no sé si llega a tanto, pero si es inteligente. Para empezar, la estructura de la novela es rara: intercala breves y aleatorios cuentos de hadas de dos o tres páginas con los puntos de vista en tercera persona de los personajes adultos y los de las dos protagonistas, que están en primera. ¿Qué tiene de inteligente esto? Que cada una de esas partes está escrita con un estilo distinto: los cuentos están escritos como tales; los capítulos en tercera persona, con un narrador omnisciente con gusto por lo emperifollado; los capítulos de Ava, la joven y lozana costurera, como una muchacha normal de cierta educación; y los capítulos de Midi, la niña muda, como una joven africana con conocimientos precarios de la gramática inglesa (aunque están en un país eslavo, pero eso es un tema para otro día). Como digo, un estilo inteligente. Pesado como un obús, pero inteligente.
En cuanto a personajes, nos encontramos frente a un caso agudo de «GeorgeErreErreMartinitis», de «Muerte generalizada» o de «Sálvese quien pueda». Hay muchos personajes, aunque la mayoría aparece poco o muere pronto, así que la trama se centra en unos cuantos, a saber Ava, Midi, el paisano de las gemas, los reyes y cierta princesita que bien podría ser un rey Joffrey en potencia. De entre ellos, diría que el personaje más trabajado es la reina Isabel, porque tanto ella como su salud mental son imprevisibles, de modo que no sé muy bien si las fluctuaciones de su cordura se deben a un estudiado plan estratégico por parte de la autora o si son simplemente una especie de deus ex machina que hacía falta para solucionar de alguna manera el embrollo en el que se había metido. Cierto es que ninguno de los personajes me ha tocado la fibra sensible (ni rozármela, vaya) ni le he tomado especial cariño a ninguno, pero, oye, I see what you did there.
Por último, y no por ello menos importante, la trama. La trama es básicamente lo que falla en el libro, en mi opinión. Yo diría que The Kingdom of Little Wounds es un libro más enfocado a la forma que al contenido, lo cual no es necesariamente un error, pero, en mi caso particular, me han resultado indiferentes tanto una como otro. La premisa no es nada del otro mundo (venenos en una corte renacentista, ajám) y, realmente, si le quitas el morbo del sexo, la sangre y las vísceras, aunque se trate de una ambientación acertada para la época, se queda en muy poco o en nada. Por supuesto, con tanto personaje femenino oprimido, puede adivinarse cierto regustillo feminista (y con «adivinarse» quiero decir que te pega un puñetazo en la cara), pero no puedo sino confesar que este libro me ha aburrido más de lo aceptable y que el final no me ha terminado de convencer.
¿Recomendable? Psé. Si te gusta el gore y las morales dudosas, desde luego, pero el resto de la población podría pensárselo un poco más. Eso sí, la edición es preciosa por dentro y por fuera. En la estantería queda la mar de mono.
Joder, la portada es tan bonita que duele, pero no me llama nada la atención. Eso sí, me parece que la forma de narrar cambiando de voz constantemente puede llegar a resultar tan pesada como entretenida, pero de todas formas no voy a averiguarlo.
ResponderEliminarBesos!!
"Por supuesto, con tanto personaje femenino oprimido, puede adivinarse cierto regustillo feminista (y con «adivinarse» quiero decir que te pega un puñetazo en la cara)" ADIÓS XDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarAhora en serio: no me llama demasiado la atención. Que a mí el sexo, las tripas y el gore me entran sin problemas, pero la sinopsis no ha conseguido enamorarme. Me gusta esa breve reflexión que haces al principio sobre la frontera entre literatura juvenil y adulta. Me inclino a pensar que, en efecto, esa línea son los padres (aunque con matices) o que al menos el criterio para establecer si un libro pertenece a una u otra categoría es más borroso que el futuro de los Stark en Canción de hielo y fuego. Quiero leer 'El perfume', ese sí que tiene pinta de ser una chunguez ♥
La portada es preciosa peroooo no creo que me anime a leerlo xD
ResponderEliminarBesos! :D
Lo de YA o no YA... ya son ganas de hacer una montaña de un grano de arena XD lo preocupante sería que lo vendieran como un libro infantil o algo así XDDDDD
ResponderEliminarEn fin, la gente... tan sencillo como no leerlo si sabes que va a herir tu sensibilidad digo yo lol
Precisamente de todo lo que dices lo que menos me llama es el argumento en sí, aunque si que me ha llamado la atención todo lo demás.
Ahora, que tengo la hostia de libros esperando, también XDDDDDDDDDDD así que me lo apunto en la lista de los quizás, quizás, quizás.
¡Un saludo!
¡Esa portada tan bonita! Es el tipo de libro que me llamaría la atención, pero... si la historia no es nada del otro mundo, de momento se queda solo como un quizás, porque la parte de que incluya los cuentos si que me gusta,me gusta mucho.
ResponderEliminarLa verdad la portada mee speraba otra cosa O_O y dices que es gore y tripas volando y tal xDD
ResponderEliminarjajjaja no se si lo leería.
PD: yo lei con 13 años El perfume y no me escandalicé.
Ay madre el YA, tengo uno lio en mi cabeza con ese genero.
ResponderEliminarPero bueno, en si la sinopsis me llama la atención y la portada, por favor, que belleza.Pero no me termina de convencer, tampoco lo voy a poner en "Libros que no debes leer nunca" así que ya veré.
un besito
Pues a pesar de todo lo que cuentas, me han entrado ganas de leerlo XDD Seguro que he leído cosas peores y no sé, me ha llamado la atención, así que lo añadiré a la wishlist. Aunque a saber cuando lo leo xD
ResponderEliminarGracias por la reseña :)