Título: Midwinterblood
Autor: Marcus Sedgwick
Año de publicación: 2011
Editorial: Square Fish
Páginas: 288
Año 2073. Alguien llega a la remota y hermética isla de Blessed, donde se cuenta que nadie envejece ni nacen niños. El visitante recibe una bienvenida afectuosa, pero algo no va bien: hay algo oculto al otro lado de la isla. Algo que, como si de un sueño se tratase, no se puede alcanzar.
Así se revelan siete historias bajo la luz de la luna menguante y de la luna creciente: la historia de un arqueólogo que descubre un misterioso artefacto, la de un piloto que acaba lejos de casa, la de un pintor, la de un vampiro, la de un fantasma y la de un vikingo. La historia de un amor tan antiguo y apasionado que rompe las cadenas del tiempo.
Esta es la historia de Midwinterblood.
(Sinopsis traducida por mayumako para Arias de Agua)
Bueno, bueno, «agarrarse» los refajos, que tenéis ante vosotros la (breve) reseña POSITIVA de un libro de AMOR. Qué mareo. Qué impresión. Qué de todo.
Midwinterblood es un libro cortito que se lee en medio suspiro. Se compone de siete partes (como dice la sinopsis) situadas cada una en un momento histórico distinto. A primera vista, estos cuentecillos no tienen nada que ver unos con otros, pero, a medida que avanzamos, nos damos cuenta de que están íntimamente relacionados, que son los detalles los que nos proporcionan las pistas sobre su conexión y que, a fin de cuentas, todos ellos forman parte de una misma historia. En este sentido, Midwinterblood me ha recordado bastante a My Name is Memory, aunque el primero es más corto, más poético y tiene un final con sentido(badum tss).
No puedo dar muchos detalles sin spoilear, ya que, como digo, es una novela muy cortita y bastante simple; es ágil, entrañable, ligeramente tétrica y perfecta para un bloqueo lector (como ha sido mi caso). Tiene también sus puntos sorprendentes y, sobre todo, un trabajo notable en el trato de los personajes. Las historias no superan apenas las sesenta páginas, así que no hay espacio para construir personajes sólidos e inolvidables, pero sí consigue el amigo Sedgwick que consigamos meternos en su piel en los momentos precisos, que veamos la isla de Blessed a través de sus ojos, y que vayamos uniendo las piezas de un puzzle que muestra un final inevitable. No es una novela feliz, pero tampoco es depresiva; es un historia profunda que nos enseña un realidad (mágica) por el ojo de una cerradura, mediante símbolos, y de una forma casi esotérica. En pocas palabras: es un libro bonito y chungo a la vez, un cuento fabricado a partir de cuentos y una narración que recurre más a la exploración del alma de los personajes que a la acción.
Además, la portada de la edición de Square Fish es superhipermegachachibonita (argumento totalmente válido), tiene ALGO QUE VER con una de las siete historias (personalmente, pensaba que era la típica cubierta de buena moza con vestido bonito y punto pelota) y cada inicio de historia tiene dos páginas en negro con un dibujo la mar de cuco:
Así pues, no es que Midwinterblood sea una historia original o indispensable para la vida humana, pero queda recomendado como lectura ligera, profunda y agradable que se sale bastante de lo común en el conjunto de novelas juveniles actuales. De hecho, no sé si lo calificaría como juvenil. Yo más bien diría que lo puede leer todo el mundo: niños, jóvenes, adultos, ancianos, momias y alienígenas por igual. Ya me contaréis si decidís leerlo :).
Midwinterblood es un libro cortito que se lee en medio suspiro. Se compone de siete partes (como dice la sinopsis) situadas cada una en un momento histórico distinto. A primera vista, estos cuentecillos no tienen nada que ver unos con otros, pero, a medida que avanzamos, nos damos cuenta de que están íntimamente relacionados, que son los detalles los que nos proporcionan las pistas sobre su conexión y que, a fin de cuentas, todos ellos forman parte de una misma historia. En este sentido, Midwinterblood me ha recordado bastante a My Name is Memory, aunque el primero es más corto, más poético y tiene un final con sentido
No puedo dar muchos detalles sin spoilear, ya que, como digo, es una novela muy cortita y bastante simple; es ágil, entrañable, ligeramente tétrica y perfecta para un bloqueo lector (como ha sido mi caso). Tiene también sus puntos sorprendentes y, sobre todo, un trabajo notable en el trato de los personajes. Las historias no superan apenas las sesenta páginas, así que no hay espacio para construir personajes sólidos e inolvidables, pero sí consigue el amigo Sedgwick que consigamos meternos en su piel en los momentos precisos, que veamos la isla de Blessed a través de sus ojos, y que vayamos uniendo las piezas de un puzzle que muestra un final inevitable. No es una novela feliz, pero tampoco es depresiva; es un historia profunda que nos enseña un realidad (mágica) por el ojo de una cerradura, mediante símbolos, y de una forma casi esotérica. En pocas palabras: es un libro bonito y chungo a la vez, un cuento fabricado a partir de cuentos y una narración que recurre más a la exploración del alma de los personajes que a la acción.
Además, la portada de la edición de Square Fish es superhipermegachachibonita (argumento totalmente válido), tiene ALGO QUE VER con una de las siete historias (personalmente, pensaba que era la típica cubierta de buena moza con vestido bonito y punto pelota) y cada inicio de historia tiene dos páginas en negro con un dibujo la mar de cuco:
(Las liebres son la clave)
Así pues, no es que Midwinterblood sea una historia original o indispensable para la vida humana, pero queda recomendado como lectura ligera, profunda y agradable que se sale bastante de lo común en el conjunto de novelas juveniles actuales. De hecho, no sé si lo calificaría como juvenil. Yo más bien diría que lo puede leer todo el mundo: niños, jóvenes, adultos, ancianos, momias y alienígenas por igual. Ya me contaréis si decidís leerlo :).
Estoy un poco cansada de la novela juvenil.. muchas veces no me parecen malas, pero me cansan un poco, aunque la verdad es que la trama sí me parece interesante.
ResponderEliminarÚltimamente es que tengo tantas lecturas pendientes que no doy abasto x)
un besito
Bueno creo que me gustaria leerlo :)!!! y las ilustraciones me han convencido xD
ResponderEliminarUn libro de amor que te ha gustado. Espera. ESPERA. Qué está pasando aquí.
ResponderEliminarAy, pues entre la sinopsis y lo que nos cuentas... ♥
Hola,
ResponderEliminarAcabo de ver tu blog y te sigo, parece un libro interesante, me lo apunto!
Un saludo;)
¡Hoooooooooooooooola!
ResponderEliminarComo bien sabes, yo me fio de tus recomendaciones, así que sobra decir que me lo apunto... El tema de las distintas historias que se van hilando me fascina y me recuerda un poco a "Cloud Atlas", aunque sé que la trama en sí no tiene nada que ver. Además, si a eso le sumamos que últimamente me ha dado la vena sobre leer acerca de distintos periodos históricos y su brevedad -ahora que empieza la universidad no me apetece nada lectura densa- hace que tenga todos los números para estar en mi lista de deseos sí o sí :DDDDD
Con referencia a la portada - dato importante para mí, puesto que soy una maldita superficial sin remedio - a mí curiosamente esta no me hace mucha gracia, pero he visto una con unas liebres que me tiene enamoraíca perdida :_ Y la verdad es que los detalles del interior son una monada.