Título original: Possession
Título en España: Posesión
Autora: A.S. Byatt
Traducción: María Luisa Balseiro
Año de publicación: 1990 en UK, 1992 en España
Editorial: Anagrama
Páginas: 542
Sinopsis
Un oscuro graduado en literatura inglesa descubre dos cartas inconclusas y nunca enviadas del eminente victoriano Randolph Henry Ash, cuya destinataria era una mujer que posiblemente fuese su amante. La mujer es Christabel LaMotte, oscura y ambigua poetisa de la época, reivindicada en la actualidad por feministas y lesbianas. Si realmente existió una relación entre ambos, ha hecho un descubrimiento que puede catapultar su carrera académica. Ayudado por una seductora especialista en la obra de la poetisa, seguirá el rastro a través de diversos documentos y reconstruirá una historia de pasiones que encontrará su peculiar espejo en el presente.
Opinión
Como ya dije en la entrada anterior, Posesión es la segunda oportunidad que le di a A.S. Byatt antes de condenarla al olvido. Y como veis por la puntuación al final de la reseña, condenada al olvido queda esta pobre autora.
Posesión es una novela densa y muy lenta compuesta casi exclusivamente de datos académicos. Desde luego podemos premiar a la autora por su imaginación, su tesón y la organización de ideas en su cabeza, porque si no te dicen de antemano que los poetas de los que habla no existieron jamás, podrías llegar a creer lo contrario. Sin embargo, y aunque sí me gusta que los libros tengan algo de descripción, esta novela tiene demasiada teoría y muy poca práctica; para lo extensa que es, tres cuartas partes del contenido es teoría literaria y un cuarto es un culebrón venezolano. Demasiado lento para mí gusto, qué le voy a hacer. Además, según leía ciertas monografías incluidas (sí, monografías, que por mucha ficción que sea, hay que estudiar mucho para sacar todo eso de una sola cabeza) no podía dejar de pensar en la manía que tienen los académicos de buscarle siempre cinco pies al gato, especialmente con el tema de la supuesta homosexualidad de La Motte. Madre mía, si la pobre dijo que las cortinas eran rojas, ¡es que las cortinas eran rojas, no que reflejaban la pasión que sentía hacia su amiga! Llamadme tiquismiquis pero llegó un momento en que me cabreé y todo...
Por otra parte, los personajes cuya historia transcurre en el siglo XX son indudablemente humanos; tienen sus defectos y virtudes y cometen errores como cualquier hijo de vecino. La cuestión es que se supone que deberían transmitir una sensación de individualismo, casi egoísmo, hacia su proyecto (de ahí el nombre de la novela, Posesión), pero para mí eran simplemente las personas que desvelaban el secreto de una época anterior. Que no conecté con ellos para nada, vaya. Los secundarios me eran tan indiferentes que acabé por confundirlos una y otra vez hasta que me cansé y los metí a todos en la misma bola de personajes-de-mayor-o-menor-importancia-para-la-trama-pero-que-dan-el-mismo-resultado. En cuanto a los tortolos del siglo XIX... ninguno de los dos me llegó al alma. Ni me la rozó, vamos. Eso sí, la señora Byatt les escribió a cada uno una bibliografía completa con su estilo y su tendencia propios y característicos... que yo me salté muy ricamente. No soy muy amiga de la poesía y menos aún si tengo que pensar e identificar simbolismos ficticios de personajes ficticios. De nuevo, demasiada lentitud para mi gusto. He de decir que el único personaje que despertó mi interés y mi compasión fue la esposa de Ash. Esa señora aguantó lo inaguantable por el aprecio que tenía hacia su marido, y eso que se casó con él yo casi diría que por pena y aun así se mantuvo en huelga de sexo todo el tiempo que duró su matrimonio (¿Qué es una novela contemporánea británica sin drama sexual? Pregunto).
Bromas aparte, la trama también me resultó muy predecible. Sí, es cierto que desde el principio sabes cómo acaba la relación de los poetas, pero mientras tanto... No sé, si no hay acción, por lo menos un poco de intriga, ¿no? Pues nope. Además, es ya el colmo de los colmos que después de más de 500 páginas, la única escena que me hace cosquillas en el corazoncico (que sí, que tengo, no es una leyenda urbana) es la ÚLTIMA. El ÚLTIMO capítulo. Manda narices la cosa, pero en fin... Me costó tiempo y esfuerzo pero terminé el libro, lo devolví a la biblioteca y le dije adiós con la manita a la autora para siempre jamás.
¿Quiero decir que A.S. Byatt es una mala autora con esto? No. De hecho, me consta que es una escritora celebradísima (especialmente por Posesión), pero está más que claro que no nos llevamos bien. No sé ni a quién recomendársela pero me imagino que algún corazón romántico puede hacerle un huequecito. En mi caso, no puedo más que calificar esta novela de decepcionante.
1/5
Pues no podríamos tener opiniones más dispares xD Posesión es uno de mis libros favoritos! Y de hecho, creo que estoy de acuerdo con casi todos los puntos de tu reseña, pero será que a mí estas cosas me gustan en una novela. Estoy de acuerdo en que la novela puede llegar a ser muy muy pesada y extremadamente densa. Aprecié mucho que se hubiese tomado todas estas molestias en construir los personajes de LaMotte y Ash... la mayoría de autores no lo hacen de una forma tan exhaustiva. Y como a mí me encanta la poesía pues... ya me gustó (aunque el infinito poema de La Melusina, creo que se llamaba así, de LaMotte me lo leí un poco por encima xD).
ResponderEliminarLa escena en que la esposa de Ash ronda por su casa después de la muerte de su marido... casi me pongo a llorar v.v
No sé, a mí me gustó mucho xD Y desde entonces he leído otros dos libros de Byatt que también me han encantado (y son bastante menos densos que Posesión).
Como la pones a parir xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarme meo! se nota que no te gusta y ya
OMG, pues mira que la sinopsis tampoco pinta mal XDDDD. Pero el libro debe de ser muy malo porque tiene un 1 XDDD
ResponderEliminarCon solo leer la sinopsis ya no me llamaba la atención pero es que después de leer tu opinión, muchísimo menos. No creo que le dé una oportunidad a este libro... tengo la impresión (y mucha más después de leer la reseña) de que se hace pesado.
ResponderEliminarUn besito.
Leo algo tarde tu reseña. Estoy ahora navegando por Posesión, y por determinadas circunstancias estoy pasando sobre esa exagerada densidad encontrándole incluso su aquél. Pero no dices nada de lo que más me está chirriando de la novela: la traducción, terrible, que daña a la obra seriamente. Y qué sorpresa cuando veo que le dieron a la traductora el Premio Nacional de Traducción en 1993, justo por esta novela. No lo puedo creer... Saludos y muy interesante tu reseña.
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